El buen vino chiclanero y el mejor flamenco de la tierra se unen en un bello espectáculo

Más de un centenar de personas participan en el evento organizado dentro de las actividades gastronómicas de la IV Feria de Muestras de Chiclana
Lo mejor de las viñas chiclaneras, los caldos finos, dulces y moscatel elaborados por las bodegas locales con un esmero y cuidado adquirido en décadas de campañas dedicadas a esta profesión que supone una seña de identidad de la localidad se ha podido catar en la noche del viernes 1 de octubre en las actividades gastronómicas organizadas como complemento a la IV Feria de Muestras, Innovación y Turismo de Chiclana. Una cata dirigida por la sumiller Charo Borrego que ha tenido un escenario y un fondo muy particular ya que ha estado acompañada por el baile de Irene Aguilar y la guitarra de Juan de Silvana. Un maridaje que ha enriquecido y dado un toque muy especial a esta degustación de vinos chiclaneros y que tiene un sabor muy especial en esta tierra en la que se vive con intensidad el mundo del flamenco.

La actividad, organizada por la Feria de Muestras con la colaboración del Ayuntamiento de Chiclana y el Museo del Vino y la Sal que abrirá próximamente en la localidad, ha congregado a más de un centenar de personas. En el restaurante de Carlos Oliva (pabellón 1) se han catado cuatro vinos de las bodegas Miguel Guerra: el vino blanco de mesa Astilla acompañado por tangos, el fino palillo aderezado con alegrías de Cádiz, el oloroso gran reserva semiseco con una soleá por bulerías y un moscatel oscuro animado con una guajira. Por su parte, en el restaurante La Estancia Golf (pabellón 2) se han catado los vinos de la bodega Cooperativa: un fino chiclanero con alegrías de Cádiz, un amontillado matadero con tangos, un oloroso dulce Don Matías con soleá por bulerías y un moscatel Don Matías con una guajira para finalizar.